Paleocristianismo por el Camino Mozárabe
A lo largo de su camino, el peregrino Mozárabe regresa a los raíces del cristianismo en la península.
Empezando por el inicio : los siete varones apostólicos
Los siete varones apolstólicos
Volvamos al principio: el primer viaje de Santiago el Mayor para evangelizar España no fue un gran éxito.
A pesar de los ánimos de la Virgen María, que se le apareció en Zaragoza sobre una columna (la muy venerada Virgen del Pilar), Santiago no consiguió fundar una iglesia en España.
Después de su martirio en Roma, San Pedro y San Pablo enviaron entonces siete prelados para evangelizar las ricas provincias romanas de Occidente: estos son los Siete Varones.
Uno de ellos, San Torcuato, fue incluso entronizado como primer obispo de Hispania por el propio San Pedro.
Fueron identificados perseguidos y finalmente martirizados pero fundaron comunidades cristianas en todo el mozárabe.
Para guardar su memoria se fundaron ermitas, destino de peregrinaciones.
San Torcuato:
Fue en Acci, ahora Guadix, donde San Torcuato se escondió, gracias a una rica romana al que había convertido, antes de ser martirizado.
Su cuerpo fue enterrado cerca de Guadix, en una ermita que acogía a muchos peregrinos medievales, como lo demuestra el inmenso albergue-cueva que se puede visitar junto a la ermita.
Una pequeña "extensión" del Camino Mozárabe, de la que el peregrino no se arrepentirá.
Como muchas reliquias de Andalucía y Extremadura, el cuerpo de San Torcuato fue transportado a tierras cristianas en el siglo VIII tras la conquista árabe-brebera.
EN el siglo X, el cuerpo de San Torcuato fue transportado a Celanova, muy cerca del Camino Mozárabe, antes de que sus reliquias fueran distribuidas por toda España, como se hacía entonces.
La catedral de Guadix conserva un brazo, una quijada y un talón de San Torcuato
San Cecilio: fue en Granada donde San Cecilio fundó su iglesia y fue martirizado. Más precisamente en el Sacromonte, por donde pasa el Camino mozárabe al entrar en Granada.
La historia de las reliquias de San Cecilio, que se convirtió en patrón de Granada, es extraordinaria: una identificación de la tumba, luego negada, luego revivida por clérigos católicos moriscos para inventar un sincretismo entre el Islam y el cristianismo, para evitar, en vai , me expulsó de todos los moriscos en 1610.
El peregrino mozárabe sigue así el Iter martirorum desde Almería, que sigue los primeros pasos del cristianismo en España.
Abundan los
Santa Eulalia
Es en Mérida donde el peregrino mozárabe encontrará los conmovedores testimonios de los primeros cristianos de España : Santa EUalia
En la cripta de la Iglesia de Santa Eulalia, un laberinto de muros conduce al sepulcro de la Santa.
Santa Eulalia de Mérida, una de las primeras mártires cristianas, que fue quemada viva a los 13 años en el año 304, en la capital occidental del Imperio Romano.
Fue objeto de veneración y una de las primeras peregrinaciones cristianas en Occidente, salpicando el sur de Europa con ermitas y pueblos en su nombre. La capilla visigoda primitiva que se visita en la Casilica de Santa Eulalia data del sigle V.
EN el siglo IX, una cantilena en su honor fue el primer texto reconocido de poesía en lengua francesa.
Durante AL Andalus, las reliquias de Saite Eulalia se extendieron por toda España, y su culto decayó.
El Ayuntamiento de Mérida quiere refundar la tradición de romerías a Santa Eulalia que irradia Mérida, y de la que el Camino Mozárabe sigue una de sus ramas.
La visita a la muy emotiva cripta de Santa Eulalia debe ser un "must" del Camino Mozárabe.
Además de los lugares de mayor importancia para los inicios del cristianismo en España, el peregrino mozárabe se encontrará con otros testigos de la Alta Edad Media, con orígenes muy antiguos.
Mencionemos las raras iglesias visigodas, como la de Santa Lucía del Trampal en Alcuescar o los restos de la iglesia visigoda de San Pedro de Mérida, muy cerca del albergue de peregrinos.
Localización
Modo de empleo
Proyecto
